La llegada de un hijo es el mejor regalo para una familia, pero no siempre los inicios son fáciles para todos.
En ocasiones aparecen problemas que van a complicarnos los primeros meses de vida: llantos inconsolables, escasa ganancia de peso, dificultad en el agarre al pecho…
O simplemente, sabemos que algo no va bien y no tenemos ni idea de qué es lo que le pasa a nuestro bebé. Nos angustia ver que está mal y no podemos ayudarle.
Buscar solución a esta situación va a permitir algo fundamental: que el bebé esté feliz. Le estaremos facilitando que pueda satisfacer sus necesidades básicas: alimento, sueño, contacto y movimiento. Un cachorro humano no necesita mucho más.
Por otro lado, tú vas a disfrutar de esa etapa inolvidable de vuestra vida con la seguridad de estar proporcionándole todo lo que necesita. Además, con una intervención temprana, quizá estemos evitando muchos problemas a futuro.
Al entrar en mi consulta, puedes tener la total tranquilidad de que haré todo lo posible para averiguar dónde está la causa de lo que le sucede a tu bebé. Lo haré testando, preguntando al cuerpo con mis manos.
Una vez que tenga un diagnóstico, le trataré con todo el respeto y delicadeza que merece su pequeño cuerpo.
Mi prioridad será siempre que el bebé se encuentre lo más a gusto posible, así que muy probablemente el tratamiento acabaré realizándolo en tus brazos o al pecho.
Además os daré pautas para acompañar el desarrollo de vuestro bebé, teniendo en cuenta sus necesidades básicas y vuestras circunstancias personales.
Elisa
El parto supone para la mamá y el bebé una experiencia muy potente que a menudo deja huella en el cuerpo de ambos.
Tanto si el parto ha sido vaginal como si ha habido cesárea, el bebé se ve sometido a presiones y/o tracciones. Esto va a dar lugar a veces a dolor y tensiones, que pueden acabar afectando al bebé a corto o largo plazo.
Es recomendable, por tanto, realizar siempre una valoración en el postparto para detectar posibles disfunciones músculo-esqueléticas o viscerales. Algunas cosas serán muy evidentes, pero otras lesiones pueden pasar desapercibidas por parte de las familias.
Si no hay síntomas, no hay prisa. Puedes acudir a consulta con tu bebe a partir del primer mes.
Si ya han aparecido problemas, ante cualquier síntoma, solicita cita cuanto antes.
Defiendo que cada madre tenga el derecho a elegir la mejor manera de alimentar a su hijo. Si has optado por la lactancia materna, esta vivencia puede llegar a ser algo maravilloso, pero, si no cuentas con el suficiente apoyo, a veces se hace muy cuesta arriba. La falta de referentes en nuestro entorno o de información actualizada, en ocasiones está detrás de las consultas más frecuentes.
Mi formación como fisioterapeuta especializada en lactancia, unida a mi experiencia como asesora en el grupo de apoyo Regazo y mi propia experiencia amamantando durante 10 años a mis hijos, me permitirán acompañarte en tu camino.
La información que te voy a dar siempre se apoya en una base científica y en las recomendaciones de la OMS y la Asociación Española de Pediatría.
Tras una entrevista y una completa evaluación del bebé y de la toma al pecho, podremos llegar a localizar y tratar la causa de una insuficiente ganancia de peso, mastitis, dolor en el pezón…pero sobre todo saldrás de la consulta con la seguridad de que lo que estás haciendo es lo mejor para tu bebé y para ti.
Puedes leer más en nuestro apartado sobre fisioterapia en lactancia.
La definición de cólico es “llanto excesivo, intenso e inconsolable; con una duración mínima de 3 horas al día, mínimo 3 días en semana, durante al menos 3 semanas”¿le sucede esto a tu bebé a pesar de tener cubiertas todas sus necesidades?
Si a tu bebé le resulta difícil hacer caca o está frecuentemente incómodo por los gases, podemos liberar distintas estructuras que van a facilitar el tránsito intestinal.
Si alguna vez has tenido reflujo, puedes llegar a comprender lo molesto que puede llegar a ser. Los bebés sufren dolor, descansan peor y a veces no ganan peso.
A menudo todos estos problemas digestivos tienen su origen en disfunciones músculo-esqueléticas o viscerales provenientes del parto y se tratan con sencillas técnicas manuales. Los cambios se notan desde la primera sesión.
¿Has observado que tu bebé tiene tendencia a tener el cuello inclinado o le cuesta la rotación hacia un lado?
Probablemente sea debido a una tortícolis. Con unas sencillas maniobras y consejos conseguiremos recuperar la movilidad cervical y estaremos previniendo deformidades craneales y posibles retrasos en su desarrollo motor.
Las especiales características del aparato respiratorio de un bebé le hacen más propenso a sufrir determinadas patologías. El pequeño calibre de sus bronquios y bronquiolos (esos tubitos por los que se mueve el aire dentro de sus pulmones) se obstruyen fácilmente por secreciones.
Asociamos desde siempre «niños» a «mocos»
Algunos niños pasan varios meses al año con mocos y tos, lo que les dificulta respirar, alimentarse y descansar. Esta situación puede llegar a ser desesperante para las familias.
La fisioterapia respiratoria permite movilizar secreciones para facilitar su expulsión. En bebés muy pequeñitos todavía se hace más necesario ayudarles a que esas secreciones salgan al exterior.
Una sesión de fisioterapia respiratoria comenzará siempre con una entrevista para que me contéis todo aquello que pueda darme pistas sobre lo que le pasa al bebé.
Después pasaré a auscultarle para localizar exactamente la zona a tratar.
El tratamiento consistirá en terapia manual. Bien para facilitar la ventilación pulmonar o bien para drenar secreciones. Las técnicas empleadas irán en función de los síntomas y de lo que hayamos detectado en la exploración.
Complementaremos el trabajo en consulta con recomendaciones para casa.
Las patologías que me encuentro con más frecuencia son:
– Faringitis
– Laringitis
– Bronquitis
– Bronquiolitis
El cráneo del bebé es muy deformable porque los huesos que lo conforman todavía no se han terminado de unir. Esto es indispensable para permitir la salida por el canal de parto y el crecimiento del cerebro.
Como consecuencia de esta maleabilidad, el cráneo es más susceptible a deformarse por diversas causas:
Todo esto puede dar lugar a asimetrías craneales con zonas de aplanamiento y zonas abultadas.
Las consecuencias no son solo estéticas, pues se ha demostado que pueden acabar afectando al desarrollo psicomotor.
El tratamiento consiste en terapia manual mediante suaves maniobras sobre la cabeza y región cervical.
Cuanto antes detectamos el problema, mejor será el pronóstico.
El hecho de que el cráneo del bebé sea tan «blandito» hace que se deforme con más facilidad, pero eso mismo nos permite corregirlo de forma sencilla si comenzamos pronto a tratarlo.
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Preparación al parto en pareja desde la comodidad de tu hogar