¿Sabías que un problema cervical en el bebé puede afectar a tu lactancia?
La succión del bebé al pecho supone una compleja secuencia de movimientos donde intervienen distintos músculos, articulaciones y nervios. Si alguna de estas estructuras no funciona del todo bien, probablemente la lactancia se verá afectada.
Al igual que en los adultos, en los bebés pueden darse disfunciones en cualquier parte de la columna. En el bebé suelen ir asociadas a fuerzas ejercidas sobre su cuerpo en el parto.
En el transcurso del nacimiento, el cuerpo del bebé, y en particular la cabeza, se ve sometida a rotaciones, compresiones y tracciones muy potentes. Más aún cuando el parto ha sido complicado o se ha utilizado fórceps o ventosa. De ahí que muy frecuentemente encontramos ligeras rotaciones a nivel de las vértebras cervicales.
Cómo influye un problema cervical en la lactancia
Un problema a nivel cervical puede dificultar la lactancia debido a que:
1. Al bebé quizá le resulte dolorosa alguna posición
¿Has tenido alguna vez tortícolis? Pues eso.
2. El cuello es una zona muy importante de paso de nervios relacionados con la lactancia
Estos nervios van a conducir información a músculos que intervienen en la posición de la cabeza, en la apertura de la boca o en la deglución. Por tanto, si esos nervios están comprimidos, no podrá transmitirse de forma adecuada esa información, con la consecuente repercusión en la lactancia.
Signos de un posible problema cervical
- El bebé llora mucho y es difícil consolarle
El bebé rechazará ciertas posturas y estará irritable.
- El bebé tiene dificultad para agarrarse al pecho
Cabecea y se suelta continuamente durante la toma. Parece que se pelea con el pecho todo el rato.
- El bebé mama mejor de un pecho que del otro
Ves que está más cómodo en uno de los dos pechos o que rechaza uno de los dos pechos.
- Sientes dolor o tienes grietas en un pecho o en los dos
Debido a que el bebé no puede hacer un buen agarre. El pezón no queda alojado dentro de la boca en la zona diseñada para ello y, por tanto, habrá un roce continuo del pezón en el paladar duro.
- El bebé tiene una preferencia marcada por tener la cabeza girada o inclinada de un lado
Es normal que los bebés en los primeros meses suelan tener preferencia de giro hacia un lado, pero debes ver que es capaz de girar la cabeza de los dos lados.
- La cabeza está aplanada en la parte posterior de un lado
Si el bebé pasa mucho tiempo boca arriba y está más tiempo con la cabeza apoyada de un lado, porque está más cómodo de ese lado, la cabeza puede acabar aplanándose.
¿Has observado que tu bebé suele tener la cabeza siempre girada o inclinada del mismo lado?
¿Te has fijado si en las mil fotos que le has hecho hasta ahora siempre tiene la misma posición de la cabeza?
Y además de esto…¿te duele horrores cuando das teta? ¿tienes grietas? ¿te cuesta colocarle bien al pecho? ¿tu bebé llora mucho?
Quizá haya alguna tensión a nivel cervical que es necesario valorar y tratar. Acude a tu fisio de confianza y te quedas tranquila.