¿Sabías que muchos niños tienen problemas para utilizar sus manos porque esta parte de su cuerpo no ha recibido una estimulación adecuada desde el nacimiento? Niños a los que se les cae todo de las manos, que aprietan mucho el lápiz al escribir, con mala letra, poco habilidosos al recortar o hacer manualidades…Todo eso puede tener su origen en algo que les ha faltado en los primeros meses de vida.
Podríamos comparar nuestro cerebro con una computadora. Cuando nacemos, esa computadora funciona con un software básico, de manera que todos nuestros movimientos son automáticos y el bebé no tiene capacidad para moverse voluntariamente.
Con el paso de los meses, siempre que su cuerpo funcione bien (a nivel muscular, articular y neurológico) y ese bebé se encuentre en un entorno que le acompañe, ese software se irá actualizando. Esos primeros movimientos reflejos irán dando paso a movimientos voluntarios más complejos.
De las disfunciones en el cuerpo nos ocupamos los fisioterapeutas pediátricos, pero es fundamental que el bebé reciba también los estímulos adecuados por parte de la familia.
¿Qué puedes hacer para que tu bebé mueva mejor sus manos a futuro?
Tócaselas mucho
En el cerebro del bebé durante los primeros meses se va construyendo un mapa de cómo es su cuerpo. Ese mapa será más preciso cuanto más le toquemos, pues a través del tacto recibirá información de los límites de su cuerpo, su tamaño, su posición en el espacio…Cuanto más completa sea sea imagen en su cerebro, mejor se moverá.
Por tanto, para mover bien sus manos necesitará sentirlas bien, y para ello es imprescindible que se las toquemos. Además, ¿quién no se siente atraído por esas manitas regordetas?
Procura que tu bebé pase tiempo boca abajo
No nos cansamos de repetir los beneficios del tummy time. Desde esa posición irá alcanzando los hitos motores correspondientes a cada etapa. Progresivamente irá entrenando el apoyo de sus manos en el suelo, las funciones de soporte y agarre con sus brazos o el gateo.
Deja que tu bebé se lleve las manos y juguetes a la boca
Sobre los 2-3 meses se descubrirá sus manos y se las explorará a través de la boca. Al tiempo serán los pies y todo lo que pille.
Es fundamental que permitamos que esas manos vayan a la boca desde el minuto uno para que las reconozca y las integre bien dentro de su esquema corporal.
Estará preparándose así para funciones tan importantes como la alimentación y el lenguaje en las que hay una relación directa entre las manos y la boca.
Con todo esto ya os podéis poner manos a la obra, nunca mejor dicho.
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