¿Has oído hablar alguna vez de la tensión dural en el bebé?
Imagina lo que sería sentir que hay algo que tira constantemente desde tu nuca hasta la parte baja de tu espalda.
Pues así debe sentirse un bebé con tensión dural.
Este es un problema que me encuentro con mucha frecuencia en consulta.
Me suelen traer a un bebé porque llora mucho, tiene “cólico”, no se agarra bien al pecho…Cuando me cuentan, y a continuación valoro al bebé, vemos que lo que hay detrás realmente es una tensión dural.
¿Qué es la tensión dural?
Durante el parto, el cuerpo del bebé frecuentemente se ve sometido a tracciones excesivas. Estas tracciones serán todavía más potentes cuando se usa fórceps o ventosa. Hay que tener en cuenta que el cuerpo de los bebés está preparado para empujar y para rotar, pero no para que se tire de ellos.
Quizá si se les diera un poco más de tiempo a los bebés en el expulsivo no sería necesario tanta tracción. En fin, esto daría para otro artículo…
Nuestra médula espinal y nuestro cerebro se encuentran recubiertos por varias membranas. Serían como tres fundas que protegen a estas partes tan importantes de nuestro sistema nervioso. La capa más externa se llama duramadre y se ancla por un lado en el sacro, y por el otro en las vértebras cervicales y el cráneo. En los bebés esta membrana es muy poco elástica.
Las tracciones potentes durante el parto pueden acabar dañando esta membrana. El sobrestiramiento va a provocar pequeñas roturas con microhemorragias en la duramadre, de manera que esta se fibrosa y se vuelve todavía menos elástica.
Por ello, el bebé rechazará estar flexionado, que es la postura natural de un recién nacido, porque va a obligarle a estirar su espalda.
Signos de tensión dural en el bebé
¿Qué signos pueden hacerte sospechar que tu bebé tiene tensión dural?
❌ El bebé está muy irritable todo el día
Llora mucho y puede tener dificultad para conciliar el sueño. Muchos bebés vienen a consulta diagnosticados de cólico del lactante.
❌ Tiene tendencia a arquear el cuerpo hacia atrás
Los bebés en las primeras semanas están muy flexionados. Un recién nacido estará hecho bolita, igual que estaba dentro del útero. Poco a poco irá desplegando su cuerpo.
Los bebés con tensión dural están muy rígidos. No admiten estar enrolladitos y se estiran hacia atrás todo el rato. A veces se confunde con reflujo.
❌ No suele aceptar el porteo
No está cómodo dentro del portabebé porque implica estar con la espalda en forma de C.
❌ Cuando está mamando en la posición de cuna se retira continuamente del pecho
A veces lo confundimos con un rechazo del pecho, cuando lo que verdaderamente rechaza es la postura.
❌ Levanta la cabeza desde muy pronto
No es normal que un bebé boca abajo sea capaz de levantar la cabeza y mantenerla desde sus primeros días de vida.
Los padres tienden a pensar que su bebé tiene mucha fuerza en el cuello y que está muy espabilado, pero no tiene nada que ver con la fuerza de la musculatura, es la tensión en la espalda lo que tira de la zona cervical.
❌ Se voltea antes de tiempo
Al tener la espalda más arqueada, tienen tendencia a caerse hacia un lado. Más que voltear, se vuelcan, no lo hacen de manera voluntaria.
En definitiva, un bebé con tensión dural lo estará pasando mal porque estará incómodo, sentirá dolor y tendrá problemas para alimentarse.
Es habitual que los padres acudan a consulta bastante desesperados, porque es normal que ya hayan pasado por varios profesionales que no han sabido detectar el problema.
A muchos, pobres, se les acaba colgando la etiqueta de bebés de alta demanda.
Aparte de todo esto, si no se trata, la tensión dural puede acabar afectando al desarrollo motor del bebé, dificultando que el bebé vaya logrando hacer aquello que le corresponde por edad.
Diagnóstico de fisioterapia
El diagnóstico lo hacemos en consulta mediante dos test manuales:
- Uno consiste en tomar al bebé con una mano en la nuca y otra en el sacro. Comprobamos si admite arquearse y si hay alguna zona plana en la espalda.
- El otro test se realiza colocando al bebé boca abajo, sujetándolo por la barriga. Vemos si en esta postura la espalda se redondea, y si la cabeza cae colgando o, por el contrario, el cuello se extiende.
Tratamiento
El tratamiento consiste en ir poco a poco dando movilidad a toda la columna, insistiendo en las zonas donde notamos más rigidez, mediante suaves técnicas manuales. También será necesario revisar el cráneo y tratarlo si fuera necesario.
El bebé suele estar bastante relajado mientras le tratamos.
Dependiendo del caso, a veces se soluciona en una sola sesión y otras veces necesitaremos varias sesiones.
Es recomendable hacer una valoración del recién nacido por parte de un fisio pediátrico siempre después del parto. Esta revisión es imprescindible si el parto ha sido prolongado, traumático o instrumental.
¿Has observado alguno de estos signos en tu bebé? ¿Sospechas que pueda tener tensión dural?
Puedes enviarme un correo electrónico y consultarme tu caso sin compromiso o acercarte por nuestro centro.