El frenillo sublingual es una membrana que tenemos bajo la lengua.
O sea, que si te preguntas si tu bebé tiene frenillo, la respuesta es sí. Todos lo tenemos. Lo que hay que averiguar es si ese frenillo es demasiado corto o poco elástico.
¿Por qué parece que ahora todos los bebés tienen problema de frenillo?
Parece que ahora todos los problemas de lactancia se deben a un frenillo. Esto lo he oído últimamente por ahí.
O que lo del frenillo está de moda ?
No es que ahora haya más problemas de frenillo que antes o que todas las dificultades con la lactancia provengan de un frenillo corto. No se trata de algo moderno. Desde hace siglos ya se hacía referencia a este tema en escritos griegos o romanos. Lo que ha sucedido es que durante muchos años este problema no se ha detectado en muchos bebés.
Lo que ha ocurrido es que el uso generalizado de leche artificial ha hecho que muchos frenillos cortos pasaran desapercibidos o que no se diagnosticaran hasta que el niño empezaba a hablar. En los últimos años, en los que las madres están volviendo a amamantar y desde que se conoce realmente el funcionamiento del pecho, muchos frenillos cortos están saliendo a la luz.
Las madres acuden a buscar ayuda cuando empiezan a tener dolor en el pecho o porque su bebé no está poniendo peso. Descubrimos entonces que detrás frecuentemente hay un frenillo restrictivo.
Es importante dejar claro que ni todos los frenillos dan problemas, ni todos los problemas de lactancia se deben a un frenillo.
Siempre que aparece una dificultad en la lactancia habrá que hacer una valoración individualizada de cada caso para detectar el origen de lo que está sucediendo con esa madre y su bebé.
Principales signos de un frenillo restrictivo
Estos son los principales signos que pueden hacerte sospechar que un frenillo puede estar detrás de tus problemas de lactancia:
1️⃣ El bebé tiene dificultad para elevar o sacar la lengua.
Puedes observar, por ejemplo, que la lengua se queda pegada al suelo de la boca o se eleva de forma asimétrica cuando llora. Debería subir mínimo de la mitad de la boca hacia arriba.
A veces observamos que se eleva en forma de cuchara y se queda hundida por el centro.
Otras veces vemos que no es capaz de sacar la lengua más allá del labio de abajo.
2️⃣ Las tomas al pecho son interminables.
El bebé no se suelta por sí solo nunca. Como no puede mover la lengua de forma adecuada, necesita el doble de tiempo y esfuerzo para extraer la leche que necesita. Posiblemente se quede dormido al pecho agotado, pero no saciado, Con lo cual, al poco se despertará otra vez desesperado por comer.
3️⃣ Se observa una ampolla en los labios.
Es el callo de succión, que es indicativo de que el bebé está haciendo una presión excesiva. Si no puede hacer un sellado correcto con la lengua, se ve obligado a apretar con todo lo que puede.
4️⃣ Se oye chasquido al mamar.
Es señal de que pierde el vacío. Cuando hay un buen sellado, no debe oírse nada.
5️⃣ Sientes dolor cuando el bebé se agarra al pecho.
Debido a que el bebé hace un agarre superficial o a que aprieta mucho con encías y labios para compensar un mal sellado. Dar de mamar no debe doler nunca. Si duele, hay que buscar siempre la causa.
6️⃣ Escasa ganancia o aumento excesivo de peso.
Si no se estimula correctamente el pecho, puede bajar la producción de leche y el bebé no engorda. Otras veces el cuerpo compensa que el bebé no haga una correcta estimulación con una hiperproducción, y el bebé engorda de manera espectacular. En casos de hiperproducción, podemos ver que el bebé se atraganta frecuentemente y está incómodo al pecho porque le cuesta gestionar tanto flujo.
Aquí te cuento cómo puedes saber si estás produciendo suficiente cantidad de leche.
7️⃣ Síntomas digestivos.
El bebé toma más leche del inicio de la toma, que es más rica en lactosa. Esto puede dar lugar a síntomas digestivos: gases, dolor de barriga, regurgitación frecuente… Además esta leche es menos calórica, por lo cuál se verá obligado a tomar más cantidad de leche para obtener las mismas calorías.
8️⃣ El bebé duerme con la boca abierta.
Aunque cuando vemos a un bebé durmiendo con la boca abierta, podemos pensar que es que está muy a gustito, no es nada recomendable que un bebé no tenga la boca cerrada cuando duerme.
Cuando el bebé nace, el paladar es más ojival. Poco a poco se irá aplanando con el movimiento de la lengua. Si este movimiento de la lengua no es completo, el paladar se quedará alto y el bebé acabará respirando por la boca, con los consecuentes problemas que acarrea una respiración oral.
Si detectas alguno de estos signos, acude a un profesional que pueda confirmar la existencia o no de un problema. Una vez que valoremos ese frenillo, veremos si necesita ser intervenido o si podemos solucionarlo con terapia manual.
Tu bebé y tú tenéis derecho a disfrutar de vuestra lactancia. Los profesionales especializados disponemos de herramientas de diagnóstico y tratamiento para acompañaros y hacerlo posible ??????